Un pasado. Todos tenemos uno. El curso del tiempo lo ha sepultado bajo días y días que mueren sin parar. Un día, comprendí que no volverá. Me di cuenta de que vivía en otro tiempo, en otra vida, y ese pasado había quedado abandonado, en un doloroso olvido.
¿Qué será de mis amigos de la infancia? ¿Cómo estarán aquellos seres queridos que ya no veo? ¿Cómo estar juntos, si la distancia y el tiempo se nos interponen?
- ¿Hay un recuerdo en tu pasado tan hermoso, que te duele terriblemente, que ya no pueda ser otra vez?
- ¿Alguna vez has extrañado tanto a alguien, que el dolor por su ausencia, es mucho mejor que su olvido?
Bienvenidos al Anochecer de la Nostalgia.
Me considero un chico afortunado. He fracasado, he sufrido, y he sentido suficiente dolor para aprender que la mejor forma de evitar estas tragedias, es informarse al respecto.
Así, mejor lo buscamos en un diccionario. Según Wikipedia, la nostalgia es: «el sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido y que ahora ya no se tiene. La nostalgia se puede asociar a menudo con una memoria cariñosa […]».
Así, todos alguna vez hemos experimentado en alguna ocasión. Es añorar ese pasado olvidado, desear cruzar ese océano de silencio que nos impide vivir nuestros recuerdos otra vez. Es buscar vez tras vez a esa persona, en todo otro rostro ajeno, de una historia lejana que una vez amamos, a pesar que sabemos que la distancia o el tiempo se rebelaron contra nuestro anhelo.
Conozco a varias amistades que sufren igual. Pero no debería ser así. No es lógico amargarnos por lo que no podemos cambiar. Lo primero es saber qué es, pero lo más importante es saber qué hacer luego. Así que veamos alguno pasos, para sonreír mientras la oscuridad de la noche nos rodea…