A la chica de mis sueños…

La chica de mis sueños…

¡Hola! Es un placer conocerte al fin. Mi nombre es Ricardo.
—¡Hola Ricardo! ¡Encantada en conocerte! Aunque no se siente que sea la primera vez… Me he enterado que me has estado buscando…
—Si, así es, pero no con mucho éxito. ¿Por qué parece que te escondes de mi?
—Yo jamás me ocultaría de ti. De hecho, yo también te estoy buscando…
—Ah, no..  ¿en verdad?
—Lo siento, Amor, sé que no me he esforzado lo suficiente…
—No, no es eso. Me fascina la idea de que una chica tan linda tanto en personalidad como en persona, como tú, me esté buscando. No lo había pensado así.
—¿Crees que eres el único que todas las noches le pregunta a las amables estrellas si han visto a su amor?
—¿Eh? ¿C-cómo sabes..? ¿Tú también haces eso?
—Ya me gustaría encontrarte, para que no debas seguir buscando por mi…
—Pero estamos juntos… no, no lo estamos, ¿Verdad?
—Un día, me encontrarás. Te encontraré. Cuando eso pase, quiero que me dediques las palabras más románticas que sabes dar. Así sabré que eres tú. Nunca te he visto en persona, pero te conozco. ¿Me conoces tu a mi?
—Sé que te distinguiría entre cien personas, no, entre mil personas… Pero no con mis ojos… porque…
—…No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos… lo sé.
—¡Mi vida! ¡Eres un tesoro, y ahora más que nunca estoy dispuesto a encontrarte!
—Ten cuidado y no te vayas a confundir. Si le haces daño a un corazón ajeno, pensando que soy yo… ¡no podría perdonármelo!
—No te preocupes, mi cielo. He memorizado todo lo que me encanta de tí. ¡Todo!

Tu bondad que te anima a ayudar hasta a quien no lo merece,
tu lealtad que te hace permanecer firme en lo que crees hasta el fin,
tu inocencia que impide que en tus labios la maldad se exprese,
tu gran paciencia que provoca que a todos seas muy afin,

Tu gigantesca fe que te da en lo bueno y lo malo, una esperanza,
tu inmensa paz que te hace una persona agradable, linda y veraz,
tu felicidad que te permite compartirla con toda confianza,
Tu Amor que me hace Amarte cada día, cada hora, mucho, mucho, más…

—¡Mi cielo! ¡Es hermoso lo que has dicho!
—Solo describí una pequeña parte de ti…
—Búscame, te lo ruego, ¡anhelo por fin estar a tu lado!
—Quizás hoy nos veamos por primera vez, así que me voy a buscarte amada mia…
—Lamento que por ahora solo tengamos este medio para comunicarnos…
—Yo no lo lamento. ¡Estoy agradecido por verte cada noche!
—Dile a tu mejor amigo, Aquel que te inspira, que nos permita  estar juntos.
—Él sabe que mi felicidad es contigo. Hará lo correcto en el tiempo apropiado.
—Esperaré, vale la pena para poder hacerte feliz…
—Espérame, ahora mismo quizás ya es hora… hasta luego Amor. Hasta la próxima noche. Tengo que despertar…

Les presento a la niña de mis ojos, la dama de mis pensamientos, la chica de mis sueños…
Espero que les haya gustado…

Fuente: Mis sueños (https://rickartz.wordpress.com/)